domingo, 8 de febrero de 2009

DE VISITA EN LA HABANA




Era el amanecer de un día “caluroso” en La Habana – Cuba, un 27 de enero cuando una colega y yo con gran expectativa nos preparábamos para visitar dos instituciones educativas de esta ciudad.
Juntas a otros profesores de diversos países de la región (Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia, etc) nos dirigimos al Palacio de las Convenciones para abordar el bus exclusivo de turista y realizar el recorrido.
En primer lugar visitamos la Casa de estudios “Martianos”; esta fue la casa del hijo de José Martí, me refiero a José Francisco Martí y María Teresa, su esposa, una mujer heredera de una gran fortuna. A la muerte de María Teresa, en 1980, la casa fue donada al Estado con fines académicos. Actualmente se realizan talleres culturales para la comunidad y se promociona el pensamiento de José Martí. Es impresionante como los historiadores de Cuba, como el doctor Vitier y esposa le dedican largas horas y profundizan sus estudios acerca de José Marti, personaje que no solo destaco en la literatura, también en la política y en educación. Fue un hombre de ideas revolucionarias, de ideas de avanzada, apostó por cambios y reformas que se han venido desarrollando después de su muerte. A propósito de un aniversario más de su natalicio, el 27 de enero por la noche, jóvenes estudiantes realizaron una marcha de antorchas desde la Universidad de la Habana hasta el capitolio. Y al día siguiente todo el pueblo cubano le rindió gran homenaje.
Continuando con la visita, por la tarde fuimos a una escuela secundaria. Lo sorprendente aquí es la naturalidad con la que desarrollan sus clases y de manera especial el gran talento artístico que se aprecia en sus estudiantes y profesores. Nos recibieron con cantos, bailes, danzas, teatro, declamaciones que realmente nos causaron mucha emoción. Por otro lado apreciamos las necesidades de la escuela y el uso de su ingenio y creatividad para hacerla mas agradable. En ese preciso momento te pones a reflexionar y comparar con las instituciones educativas de nuestro país.
Recordaba como a veces nos quejamos tanto del sistema y no hacemos nada por cambiar, contamos con mejor infraestructura en nuestros colegios y no le damos el uso óptimo. Apreciaba estudiantes que se comunicaban con toda libertad formulando buenas preguntas y dejando a los visitantes titubeando o tratando de evadirlas, que cosa mas curiosa, y lo que me dejo sorprendida es el bagaje de conocimientos que manejan. A lo mejor mas de uno diga, debemos someterlos a pruebas internacionales para verificar ello, porque mi parecer puede y es subjetivo, sin embargo considero que el poder dialogar con un estudiante cubano, sin preparaciones previas, el observar como sus maestros potencializan sus capacidades y verlos disfrutar en sus clases, para mi significó mucho.
Vuelvo a insistir como lo hago notar en artículos anteriores: la motivación permanente es clave para un buen aprendizaje, sin embargo si quiero un alumno motivado, yo como docente debo estar motivado. De ahí el desafío que no solo tiene el gobierno, universidades e instituciones formadoras sino todos los docentes que debemos de autoprepararnos constantemente.