Las lecciones de biología son un recuerdo distante para mí, pero si hubieran sido algo similar a lo que vi en la escuela Abbey (en Reading, Inglaterra), creo que hubiera recordado algo más.
Los alumnos observaban, a través de anteojos 3D, el funcionamiento del pecho.
"Genial", "Es enorme", "Pensé que el diafragma era un músculo plano", "No me había dado cuenta de que estaba bajo las costillas"... Estos fueron algunos de los comentarios cuando las alumnas se colocaron las gafas para examinar en detalle un modelo del tórax.
"Es una experiencia increíble, tan buena para aprender", dijo Yvette.
"Es mucho más interesante que mirar un libro de texto", agregó Polly.
"Es más real, lo que facilita comprender el concepto", explicó Rosie.